Brighter than anyone.
Well this is not your fault, but if I'm without you then I will feel so small.
And if you have to go, I'll always know that you shine brighter than anyone does. ♪ ♥
And if you have to go, I'll always know that you shine brighter than anyone does. ♪ ♥
10.3.15
9.5.14
20
Le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.
Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás.
Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc…
Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato.
Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan.
Y extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de sociabilizar con la misma
gente de forma constante.
Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad después de todo no se basa en el tiempo, sino en la calidad de la personas que tienes a tu lado.
Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que los conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido y que hay más gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención y verás quienes resultan ser amigos de los más importantes para ti.
Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.
Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías.
Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.
Entendiste que los tiempos no existen y que las decisiones hay que tomarlas alguna vez en la vida.
Aprendiste que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega.
Aprendiste que las parejas van y vienen, y que hay gente que queda y que siempre estará.
Aprendiste a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, que marcan la diferencia entre las multitudes.
Aprendiste que la calidez de palabras, los oídos atentos, las palabras sinceras y una incondicional lealtad, no te la da nadie más que un verdadero amigo.
Aprendiste que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, que hay que ganásela y saber mantenerla.
Que es para una persona especial, que no es para todos, y que lamentablemente no se regala y cuando se pierde es imposible recuperarla.
Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que significaba tanto te pudo hacer tanto mal.
O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante como para querer conocerla mejor.
Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido.
Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña billetera.
Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no.
Tus opiniones se vuelven más fuertes.
Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.
A veces te sientes genial e invencible, y otras… con miedo, solo y confundido.
De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu unica compañía en el futuro.
Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello.
Todos nosotros tenemos “veintitantos” y nos gustaría volver a los 15 -16 algunas veces, pero sabemos que hay gente que ha aparecido en nuestro camino durante estos ultimos años que son únicos.
Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza… pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos…
Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que las amistades universitarias son las verdaderas y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas.
Parece que fue ayer que teníamos 16… ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???
Hagamos valer nuestro tiempo…que no se nos pase!
“La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento”…
10.7.13
Perks of being a wallflower
I know these will all be stories someday.
And our pictures will become old photographs. We'll all become somebody's mom or dad.
BUT RIGHT NOW THESE MOMENTS ARE NOT STORIES.
This is happening...
This one moment when you know you're not a sad story.
You are alive, and you stand up and see the lights on the buildings and everything that makes you wonder.
And you're listening to that song and that drive with the people you love most in this world. And in this moment I swear, we are infinite.
3.5.13
La última vez
El secreto de las últimas veces es que nunca sabemos que lo son.
¿Cómo podemos estar seguros de la última vez que abrazamos a alguien va a ser realmente la última?
La última vez que vimos a esa persona que vive lejos, la última vez que lloramos de la risa, la última vez que paseamos bajo la lluvia, o le dijimos "Te quiero" a alguien especial.
El último desayuno en la cama, la última sonrisa, el último libro, el último concierto, la última vez que gritamos a pleno pulmón o sentimos la adrenalina recorriendo nuestro cuerpo.
Jamás vamos a estar seguros de cuándo terminará un momento, una amistad, de si tendremos la oportunidad de pedir perdón, de arrepentirnos, de decir lo que pensamos sin importar el qué dirán, de perder la vergüenza y de aprender a reírnos de nosotros mismos.
Lo único seguro es que todo termina, que no sabemos si esta será la última vez, pero habrá una última vez, unas últimas palabras, una última canción.
Hay veces que te lo esperas, otras que te pilla por sorpresa y no puedes hacer nada para evitarlo, y la impotencia de no poder hacer nada se convierte en la peor sensación del mundo.
Pero el tiempo pasa, y un día te acuerdas de esa última vez, y sonríes, porque es un momento único, porque te das cuenta de que cada momento lo es: los buenos, los malos, los últimos, los primeros; TODOS y cada uno de ellos.
El secreto de las últimas veces, es que siempre lo son.
3.2.13
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